Podemos entender la Propiedad Intelectual como todo aquello que es creado a través de la mente inteligente del hombre. De esta forma, al hablar de propiedad intelectual, estamos refiriéndonos al derecho de la persona creadora de disfrutar de los beneficios de su obra, ya sea artística o de cualquier otra índole.
Independientemente del campo en el que nos encontremos, ya sea literario, científico, industrial o artístico, el creador tiene derecho a explotar o no su creación. De esta forma, la propiedad intelectual defiende precisamente esa autoría, evitando así que terceros, totalmente ajenos a la creación, puedan beneficiarse de ella.
Dentro de la propiedad intelectual podemos encontrar dos categorías. Por un lado tendríamos la propiedad industrial. Esta categoría hace referencia a los inventos, patentes, modelos industriales etc. Podemos decir que este tipo de propiedad intelectual otorga el derecho a explotar estos inventos en el ámbito empresarial e industrial. De esta forma, las empresas pueden beneficiarse de ellos para buscar un poco de diferenciación ante sus clientes.
Por otro lado, encontramos la categoría de derechos de autor. Quizá sea una de las partes más peliagudas de la propiedad intelectual; y es que mientras muchas asociaciones de artistas defienden que los derechos de autor son completamente necesarios, otros colectivos defienden que el arte debería ser libre, pues de otra forma se desprestigia su esencia.
Sea como sea, el derecho de autor hace referencia a la propiedad intelectual sobre cualquier tipo de obra literaria y artística (películas, canciones, fotografía, cuadros, libros etc.)
Al ser autor plenamente reconocido de una obra artística o literaria, tendremos el derecho a impedir su reproducción, su adaptación, copia y ventas en general. Seremos los únicos capaces de explotar la misma, sacando así beneficios de nuestro trabajo.
A nivel empresarial, podemos decir que contar con la propiedad industrial nos hace blindar ciertos signos distintivos de nuestra marca. Al contar con este derecho, conseguiremos blindar logos, productos y fórmulas ante la competencia, creando así una diferenciación evidente que nos beneficiará a la hora de posicionarnos en el mercado con el resto de empresas de nuestro sector.
En el caso del mundo artístico y literario la importancia es quizá mayor. Si bien es cierto que muchas personas no consideran profesiones serias aquellas que están relacionadas con este mundo, lo cierto es que los artistas se ganan la vida con el arte. Si no contaran con herramientas para proteger sus obras, de poco servirían sus creaciones, pues serían incapaces de sacar provecho de ellas y por tanto poder vivir y seguir creando. Así pues, el derecho de autor es esencial para seguir manteniendo el terreno cultural de cualquier país.
Fuente principal: https://www.importancia.org/propiedad-intelectual.php